El plan 25: “Hacia la construcción de 25 horas semanales de calidad en las escuelas primarias de la provincia de Santa Fe, Argentina”
El
29 de julio de 2022 se firmó un convenio entre el Ministerio de Educación de la
Nación y el de la provincia de Santa Fe, en el marco de los acuerdos del
Consejo Federal de Educación.
Este
plan tiene como finalidad cumplimentar (de a poco) con la Ley Nacional de
Educación sancionada en 2006, que establece que las escuelas primarias deben
ser de jornada ampliada o completa. Para ello, se busca aumentar 1 hora cátedra
el horario escolar.
Según
el Ministerio de Educación de la provincia el plan 25 “consiste en una transformación integral y estructural de la
escuela primaria que va más allá de la suma de tiempo escolar a la jornada y
que supone una revisión de las dimensiones normativas/administrativas,
pedagógicas/curriculares y sociocomunitarias”. Porque entonces así, como
quien no quiere la cosa, modificamos la normativa vigente, los lineamientos
pedagógicos y seguimos vaciando de contenido y sentido la escolaridad, pero
tenemos 40 minutos más.
Entre
los objetivos generales del plan podemos encontrar el deseo de “implementar una propuesta que logre mejorar la alfabetización y la
enseñanza de las matemáticas y las ciencias para fortalecer el ingreso, la permanencia y el egreso del nivel y
la articulación con el nivel secundario”. ¿El fin último de la educación y
de las políticas educativas se basa en sostener y levantar índices de ingreso,
permanencia y egreso? ¿O ya es tiempo de centrar las decisiones en el bienestar
de nuestros estudiantes, en su formación integral y en su futuro?
Vamos
a los datos reales.
Para
poner en marcha el Plan 25, la Dirección General de Recursos Humanos informó
que cuenta con disponibilidad presupuestaria de horas cátedra y se asignaron 9541 horas cátedra. O sea,
recursos había para crear horas de acompañamiento de trayectorias en todas y
cada una de las escuelas y lograr que los estudiantes que se habían
desvinculado o estaban en riesgo de hacerlo, quienes no había aprobado
múltiples espacios curriculares, sintieran y supieran que “la escuela” estaba
con ellos y los iba a acompañar. O haber gestionado los cargos de trabajadores
sociales, profesionales de la salud mental, psicopedagogos y, así, haber
conformado los gabinetes que tantas escuelas necesitan y se están pidiendo hace
tantos años.
En
el Anuario de Educación del 2018, los últimos datos de acceso público de la
provincia de Santa Fe, se da cuenta de la existencia de 4.819 establecimientos
educativos y 3.105 edificios. Si bien en 3 años estos números pueden haber
variado, la variación es mínima ya que recién ahora se están comenzado obras de
ejecución de edificios escolares. Con estos datos se puede ver que 1.714 escuelas comparten edificio. De
las restantes tenemos que pensar que un alto porcentaje ocupa los dos turnos,
ya que son muy pocas y generalmente en localidades pequeñas los edificios que
quedan vacíos luego del mediodía. Dicho
de otra manera, los espacios áulicos que no alcanzan.
Además,
la implementación de este plan implica, entre otras cosas, la modificación de
horarios de alumnos, personal docente y sobre todo de los asistentes escolares
ya que no tienen tiempo de limpiar la escuela con la extensión de la jornada de
la mañana para que ingresen los del turno tarde; una nueva organización social
y familiar por parte de la institución “ordenadora de la sociedad”; la reestructuración
de horarios de copa de leche y almuerzo y la incompatibilidad horaria para
reemplazos. (No cabe mencionar ahora el revuelo que hay entre las familias que se están enterando ahora que esto es para todos y no saben cómo van a hacer con los horarios prefijados... Parecería que funciona o no, si sirve o no, si es de calidad o no se deja para después, lo importante es que se desorganzia todo).
Toda esta nueva organización y las modificaciones necesarias han quedado en manos de los directores de los establecimientos, que no sabemos cómo, pero para la primer semana de marzo tienen que haber logrado el encastre perfecto. Tarea que se suma a las jornadas ministeriales convocadas con inmediatez para los días 22 y 23 de febrero en vistas a abordar la propuesta del nuevo modelo pedagógico (Trayectoria única, continua y obligatoria) y los cambios curriculares específicos para el nivel, y los "Encuestros interniverles" para la Trayectoria única con supervisores, planificadas para el 27 y 28.
Todo junto, en el período de intensificación de los estudiantes.
Tal como lo planteamos desde Docentes por la Educación ante cada una de las nuevas propuestas de esta gestión, el problema no radica en los papeles o en la fundamentación teórica redactada con recortes de textos de renombrados pedagogos. El problema radica en que quienes se sientan a escribir parecen haberse olvidado lo que significa organizar un establecimiento educativo, recorrerlo, gestionarlo y hasta habitarlo (la nueva palabra favorita).
Todas y cada una de las políticas educativas presentadas
desde el 2019 distan de la realidad social y escolar de nuestra provincia y
carecen de una estrategia de implementación adecuada y controlada.
Colaboraron en esta nota el equipo de docentes del Nivel Primario de la Asociación Civil Docentes por la Educación y directivos del mismo nivel.
Al respecto me viene a la mente una frase de una docente del profesorado sobre algunas de las implementaciones ministerial: "Esta gente escribe muy lindo, pero de una escuela que no transitan". Y ahí es donde el desfasaje se da y el relato de contrucción de sentido se vuelve inaudible para los que si la transitamos. Saludos Vir. Marina
ResponderBorrarTal cual Mari! Falta acercarse a la realidad, pero ya no hay más formas de decírselos
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