Que los chicos tienen derechos que deben ser garantizados y, por el contrario, en nuestro país se encuentran vulnerados, no es ninguna novedad. Y que hay derechos fundamentales como el derecho a la salud, al acceso al agua potable, a la educación de calidad, a una vivienda digna y a una alimentación saludable, que priman sobre las necesidades accesorias tampoco debería ser una cuestión desconocida.
Sin embargo, es noticia a nivel local que padres y madres de estudiantes de 6° se autoconvocaron y marcharán para reclamar ante "el abuso de las empresas de turismo por el precio de los viajes de estudio a Villa Carlos Paz".
Discúlpenme, pero la incoherencia y la hipocresía de la sociedad hacen mella en mí.
En la coyuntura de crisis económica, educativa, social y de inseguridad en la que vivimos, convocarse masivamente por el precio del viaje de estudios me parece un montón.
Mientras desde las asociaciones Padres y Docentes por la Educación seguimos tratando de visibilizar las problemáticas educativas y decirles a todos que los chicos van a terminar la escolaridad sin saber nada, prácticamente solos; los familiares de víctimas de inseguridad convocan a marchas, con más ausencias que asistentes; la inflación no deja de azotar y su proyección no da esperanzas; la mayoría de las familias saltan cuando se les toca el bolsillo para satisfacer una necesidad accesoria.
Datos que deberían doler
Sobre el final del año pasado y el principio de este se publicaron informes sobre la situación de pobreza monetaria y no monetaria (educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura y un hábitat seguro) y los resultados de las Pruebas Aprender que nos muestran, ni más ni menos, pobreza educativa. (Sin mencionar que los pocos datos publicados del Censo siguen siendo provisorios).
Dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro, según un nuevo informe de UNICEF sobre pobreza multidimensional.
Casi el 50% de los estudiantes que actualmente están cursando 1° año del nivel secundario (6° de primaria en 2021) en la provincia de Santa Fe no han alcanzado un nivel de aprendizajes satisfactorio en Matemática y Lengua, según el informe de la Pruebas Aprender 2021 para nuestra jurisdicción.
¿Alguien convocó a alguna marcha, se sumó a alguna medida, reclamó a las autoridades? ¡No! Se dijo "que triste", y se continuó.
La escolaridad obligatoria comprende 14 años de la vida de cada chico. Muchos docentes estamos alertando que con las políticas educativas que se vienen implementando los estamos estafando, no podemos garantizar buenos resultados "del servicio prestado a nuestros clientes" y todo sigue como si nada. Es el único ámbito en el que no hay reclamos por la calidad del servicio.
Se escuchan algunas voces quejarse y descalificarnos cuando hay paros como medida de reclamo salarial, nadie protesta contra las autoridades ministeriales que se burlan de todos convocando tarde a paritarias y ofreciendo mezquindades.
Pero por la calidad del servicio, silencio absoluto. Es más, hay quienes se animan a decir que nosotros (los docentes que no queremos ser cómplices del aumento del analfabetismo) no pensamos en los chicos y queremos lo peor (aprendizajes de calidad).
¡Pero el precio del viaje de estudio es un disparate!
La semana pasada las empresas de turismo se hicieron presentes en las puertas de las escuelas y buscaron a los padres de los estudiantes de 6° para ofrecerles la propuesta. Llegaron los PDF y los grupos de Whats app explotaron (con razón).
Entre 300 y 350 mil pesos cuesta el viaje a Villa Carlos Paz. Carísimo, sí. Pero incluye la proyección de la inflación interanual, y en eso nadie se puede hacer el distraído...
No estoy en contra de que los chicos puedan tener un viaje de egresados y soy mamá de un nene que va a 6°, me toca de cerca esta realidad; no sé si podremos afrontar los costos, pero, siemplemente creo que hacer una marcha por este motivo es un montón, que los padres le están mostrando a los chicos que un viaje importa más que lo que puedan aprender en la escuela, que el recuerdo del paseo de 7° tiene más peso que los aprendizajes básicos que necesitarán en su vida.
En cada post, nota o tweet siempre hablo de lo que les enseñamos los adultos a los chicos con nuestras acciones. ¿Realmente queremos que ellos de adultos perfieran desvelarse más por un viaje que por la educación de sus hijos?
La escala de valores hace años está invertida; la de derechos parece que también.
Y sí los padres no tienen claras las prioridades, qué podemos esperar de las autoridades educativas
ResponderBorrarPusiste en palabras mi pensamiento. Me siento una extraterrestre en esta sociedad.
ResponderBorrarLas experiencias quedan en la memoria de los niños, pero la estafa más grande es el poco aprendizaje con el que van a tener que enfrentar la vida adulta . Prioricemos .
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